ESCRIBIDME A:
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UNO DE LOS NUESTROS
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PROLOGO DEL ESCRITOR OSCAR BLASICA (EE.UU)
Entre las historias que sobre la mafia se han escrito, 'UNO DE LOS NUESTROS' es una película que resalta sobre todas. Y por una simple y sencilla razón... es una historia real. El protagonista desarrolla la trama que da vida a una cinta inolvidable, cuyo entretelón se lo dejo a la pluma de mi gran amigo Juan Sanchez De Toro, a quien nuevamente agradezco, de manera infinita, el privilegio de permitirme levantar el telón de la majestuosa semblanza a la que nos tiene acostumbrados, a nosotros los amantes del séptimo arte, quien de seguro nos brindará un análisis enciclopédico de un reparto espectacular conducidos magistralmente por la batuta del maestro Martin Scorsese.
El reflejo de la admiración por un estilo de vida que brinda los más grandes placeres, utilizando únicamente como herramientas la violencia, el crimen, la corrupción, la codicia, la brutalidad, todas éstas pasiones desenfrenadas que desembocan finalmente en la traición hacia los amigos más queridos; todo ello entremezclado en una superproducción, la cual merece el reconocimiento de todo buen cinéfilo amante del género 'mafioso'..., y secuela digna de la saga creada por el insigne padre de todas... "EL PADRINO".
Sin más que añadir, vamos a deleitarnos ahora de una lectura placentera donde nos adentrarémos detalladamente en lo mejor de una gran joya cinematográfica. Un fuerte abrazo a mi querido amigo Juan, con mi agradecimiento eterno por la apertura y listos para regresar en el tiempo. Volar y disfrutar una vez más, de los geniales buenos muchachos de... "UNO DE LOS NUESTROS".
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La primera vez que vi "Uno de los nuestros" quedé
impresionado por el realismo y
crudeza de algunas de sus escenas. Me gustó mucho. La segunda vez me di cuenta
que estaba ante una obra maestra. Scorsese reinventa el
recurso del narrador en primera persona y consigue meternos de lleno en la
película con la escena del maletero.
La película resulta dura. Tan dura como divertida. El personaje más divertido es Tommy de Vito, el típico matón bajito con mala leche, magníficamente
interpretado por Joe Pesci. No decir menos de Ray Liotta,
simplemente maravilloso, interpretando a un un hombre que desde lo más bajo
consigue llegar a lo más alto, para después volver a caer. Mención a parte,
Robert De Niro, uno de los mejores actores de la historia, con permiso de
Brando, que en esta cinta
encarna a un mafioso sin escrúpulos, y cuya interpretación es soberbia. Este
trío de actores, con Scorsese en la dirección suponen el pilar en el que se
apoyan la interesantísima historia, el brillante guión, un elenco de secundarios
excelentes, y una banda sonora grandiosa. Esta combinación solo puede significar
una cosa. Una obra maestra absoluta.
Una escena dentro de un coche. Tres hombres...Uno conduce, los otros dos descansan. Se escuchan unos golpes, ¿que pasa?, ¿He
atropellado a alguien?. Un pinchazo, puede que sea un pinchazo. Para y lo
comprobaremos....Ahí esta el problema, en el maletero...Sigue vivo, pero por poco tiempo....Así comienza una de las mejores películas de la historia del cine.
Una escena, que sin desvelar nada, es la clave de todo.
-"Que yo recuerde desde que tuve uso de razón quise ser un gangster." - Henry
Hill.
Una de las frases que han quedado marcadas a fuego, en todos los que la vemos
como obra inigualable.
La película tiene escenas esplendidas y planos maravillosos...Por ejemplo... la entrada al club de Henry y Karen con ese plano
secuencia, es
Scorsese puro, y así será durante el resto de la película dejando,
el mejor retrato del mundo oscuro de la mafia.
Para definir a los personajes no hace
falta hacerlo en profundidad: Paúl Cicero es el gran jefe, que no habla mas de
lo necesario, con su sola presencia basta para mantener la calma en cualquier
situación y su rostro hace el resto. Sorvino deja un personaje sublime, solo con
gestos. Henry Hill y Tommy DeVito eran dos jóvenes que crecieron, metiéndose en
ese ambiente, vendiendo tabaco y haciéndose hombres para convertirse cada uno en
polos opuestos, pero amigos. Joe Pesci, merecido oscar por un personaje
maravilloso, y Ray Liotta en el papel de su vida. Encarnando con toda la fuerza
necesaria y sabiendo llevar un rumbo que Scorsese marco con precisión. Jimmy
Conway como decirlo, Jimmy es esa clase de hombres que en las películas están al
lado de los malos y De Niro, como siempre haciendo que el cine sea algo
grande...
Pero los diálogos hablan por si mismos, mas que cualquier comentario que yo pueda hacer... Así que ahí va la definición perfecta:
-"Ahora cavarás el hoyo tú solo, vas a cavar el hoyo y lo vas a hacer tú
solo, no pienso ayudarte"-
-" A mi que coño me importa, claro que lo haré yo solo, ¿crees que será el
primero?, ni que fuera el primero que cavo "-
Martin Scorsese consiguió hacer, en mi opinión, la película perfecta sobre la
mafia, y eso no era fácil, cuando siempre está presente la eterna sombra de la
trilogía de EL PADRINO. Teje con maestría la magia hecha cine, con humor negro y
buen ritmo narrativo, con pulso, fuerza y garra. Haciendo que una situación
atípica se convierta en algo de lo mas normal. Dejando mi admiración y recuerdo
a la obra de Coppola, me enamoró el uso que hace Scorsese de la voz en off, que
había utilizado previamente, y volvería a usar después con Casino. Pero es en
Uno de los nuestros, donde se alcanza el súmmum...aunque tratando un mismo
tema,. todo film es diferente a otro, sin dejar por ello de ser puzzles de la
misma historias. Recomiendo verla y que cada uno la valore, para mi es una obra
maestra irrepetible.
Un pequeño repaso a unos cuantos
momentos de quitarse el sombrero.
El recordado momento
del restaurante...¿qué coño tengo de gracioso?, dime que tengo de gracioso. Aquí
se produce una de las pausas mas tremendas que se pueda uno imaginar. La cara de
Henry, el gesto de Pesci. Ambos Magníficos: -Oye, no bromees conmigo, Tommy-
Será cabrón, me ha descubierto, casi se la pego. ¿Habéis visto como
tartamudeaba? ¿A que estaba temblando? No sé que pensar de ti, Henry, seguro que
no aguantarías un interrogatorio.
El momento cumbre de triunfo; el golpe a la Lufthansa, y la celebración.
Pero hay una secuencia, en una provocación, donde se hace algo que se paga
duramente, El comienzo representaba ese momento critico. Liquidar a Billy Batts,
uno de la familia. En ese momento, en ese maletero, se sella el destino de esos
tres amigos. El primero, Tommy, pagara con su vida, después de que sea
engañado haciéndole creer que será de la familia. Otra escena de valor máximo.
El Segundo Jimmy, después de un ataque de rabia que paga un teléfono
publico, una vez le han dado la noticia, se volverá mas paranoico, su mente ira
en muchas direcciones distintas al mismo tiempo. Pasa de ser un amigo, a ser
alguien de quien desconfiar. No faltan razones, ya que empieza a liquidar a
todos los que dieron el golpe. El tercero, Henry, empezara a trapichear a
lo grande con las drogas y a consumir mientras le derriten el cerebro
Le acompañaremos en un día frenético, con una banda sonora de lujo. Desde su
salida de la casa con las pistolas, la continua obsesión con el helicóptero que
le persigue que es una realidad, hasta que el cañón de un arma apunta a su
cabeza:
.
-"Si hubiera sido uno de los nuestros no habría oído nada, ya estaría
muerto."- !!!Inmejorable.!!!
¿Y que decir del final?. Pues que es exactamente como me gustaría que fuese: -"Soy
un don nadie, y tengo que vivir el resto de mi vida como un gilipollas. Recordar
a alguien especial para mi. y que se me quede sonrisa de cómplice."-
EL DIRECTOR
Martin Scorsese fue un niño asmático que escapaba de sus largas convalecencias mirando siempre más allá. Al otro lado de la ventana de su casa, recuerda que observaba a otros niños que disfrutaban de su energía, su salud y de los juegos. Pero cuando acudía al cine podía respirar más abiertamente; sencillamente porque cualquier mundo, cualquier vida era posible. Y aquel encantamiento le atrapó. “La infancia era esa época donde veía cine y soñaba con hacer cine; era mi obsesión”, ha explicado el realizador. Por eso, gracias a esa condena temprana pudo desarrollar una de las carreras cinematográficas más apasionantes, intensas, inteligentes, revolucionarias y controvertidas de la historia del cine. De la mano de uno de los grandes ‘padrinos’ del séptimo arte, el insustituible productor Roger Corman, recibió su primer encargo en 1967, 'Quién llama a mi puerta'., luego se adentró en los bajos fondos de su ciudad natal para rodar 'Malas Calles' con Robert de Niro y Harvey Keitel como protagonistas y, gracias a ella, su fuerte personalidad como creador comenzó a llamar la atención. Un talento que se confirmaría muy pronto cuando rodó su primera obra maestra: 'Taxi Driver'. Basada en un magnífico guión de Paul Schrader, Scorsese creó una película claustrofóbica y laberíntica donde se pone de relieve la angustia que produce sentirse apartado de la sociedad y a la vez inmerso en un mundo hostil de violencia callejera, camellos, chulos, y política barata. Contaba con una banda sonora inolvidable firmada por Bernard Herrmann quien, murió la misma noche en la que acabó la partitura. Después, en 1980, llegó su segunda gran creación: 'Toro Salvaje' , donde retrató el ascenso y la caída del boxeador Jackie La Motta, campeón de los pesos medios. Inmensa, fascinante en su propuesta estética y con uno de los mejores guiones jamás escritos, Scorsese fue capaz de conferirle al concepto de fracaso un significado absoluto con un acento hasta entonces desconocido y desconcertante. Todos los cinéfilos del mundo saben su filmografía, la cual está llena de grandes obras de culto y con dos actores fetiches para casi todas sus producciones: Robert De Niro y Leonardo DiCaprio, con éste ultimo se rumorea que quiere rodar la cuarta parte de EL PADRINO....esperemos que el proyecto vea la luz.
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Fascinación es un término muy pertinente, porque “Uno de los nuestros” es una
película fascinante, por muchas y muy variadas razones.
Marchó bien comercialmente, y obtuvo excelentes críticas, aunque en
la entrega de los Oscar de 1991 sólo se alzó con una estatuilla dorada, la
correspondiente a la categoría de Mejor Actor de Reparto, que se fue con toda
justicia para Joe Pesci.
Me resulta difícil ser objetivo con “Uno de los nuestros”, porque es una de las películas,
junto con otros títulos emblemáticos, que me apasiona, un film que se encuentra sin
lugar a dudas entre esos famosos diez títulos que me llevaría a esa hipotética
isla desierta de la que siempre se habla. Pero también pienso que existe un
consenso bastante generalizado en considerarla como una obra maestra, porque
consigue la excelencia en varios apartados: guión, interpretaciones,
realización, montaje, banda sonora... La cosecha de 1990 fue buenísima con el
tema de la Mafia: “La trilogía de El Padrino y “Muerte entre las flores”
de Coen
Bros.
“Uno de los nuestros” es una película sobre hombres que
viven en la violencia. O, dicho con otras palabras, que han hecho de la
violencia su forma de vida, han profesado en ella como
si de una religión, absorbente, posesiva y salvífica, se tratase. Y
desarrollándose en el seno de la Mafia, es inevitable e ineludible establecer
algún género de comparaciones con “El Padrino”, aunque esta sea una propuesta muy diferente. El
genial tríptico de Coppola y Puzo trata sobre la realeza del Crimen Organizado,
sobre los complejos mecanismos de sucesión de esa monarquía,
levantado por Vito Corleone y consolidado por su hijo Michael a base de sangre,
sudor y lágrimas, pero Scorsese y Pileggi se han detenido mucho en estudiar a los
mafiosos, a esa especie de proletariado delictivo al que pertenecen
Henry Hill -(Ray Liotta)-, Jimmy Comway -(Robert De Niro)- y Tommy DeVit- (Joe Pesci)-.
“Uno de los nuestros” cumple al pie de la letra con aquel precepto
cinematográfico que un buen día dijo el gran Billy Wilder:
- “Una película tiene que empezar con un terremoto, y después ir in crescendo”.-
¿Y que es, si no,
esa escena inicial en la que tres sujetos que viajan de noche en automóvil?....
y son
sobresaltados por unos golpes procedentes del maletero del vehículo, y detenido
este en un paraje solitario, comprueban que el fulano que llevan detrás - y al
que ya habían dado por muerto tras una espeluznante paliza - vive aun, de modo
que descargan sobre su martirizado y agonizante cuerpo sus revólveres?.
Scorsese pone en escena esta impactante historia a través de una majestuosa
realización que en algunos pasajes nos deja literalmente con la boca abierta. Y como en
él es habitual, la ilustra con una banda sonora arrancada de las mejores páginas
de la música popular norteamericana en décadas y le echa a su guiso todos los ingredientes necesarios para
envolvernos y atraparnos, hasta más allá del tiempo. Atravesaba
entonces por su mejor momento creativo, por lo más esplendoroso de la madurez
como artista y fabricante de imágenes y mundos, y consiguió que volviésemos a
entrar en su restaurante, sentarnos y pedir lo más selecto de la carta,
trasladándonos a Nueva York y Las Vegas.
Para mí "El padrino"
representa la cumbre de las películas sobre el crimen organizado, son films
irrepetibles, habiendo pasado a la historia del cine co0n letras de orto. En la
trilogía se utiliza el marco de la mafia para narrar una espectacular tragedia
griega, colosal, épica, que se ha hecho un hueco imborrable en mi memoria. No
creo que "El padrino" sea la principal influencia de "Uno de los nuestros", pero
siempre que veo Uno de los nuestros, tengo la sensación de que se trata de una
leve revisión de aquella, despojándola de historia y haciendo todo un recorrido
por los entresijos de la mafia... El resultado es monumental. Dejando de lado
las cuestiones morales, Scorsese utiliza ese estilo poderoso, atractivo,
fascinante para bucear por el reverso y el anverso de un imperio basado en el
poder que tristemente ofrece la sangre, en lujos y derroches que se sustentan en
incumplir unas cuantas leyes; en definitiva, en vivir espléndidamente a costa de
que otros no vivan tan bien. Para esta guía, Scorsese coge como conejillo de
indias a un perfecto Ray Liotta, y a través de él nos muestra todas las
vivencias en este submundo, y todo lo que esto comporta. Para meternos en la
historia, se emplea un apabullante montaje con la precisión de reloj suizo, y,
sobre todo, la fuerza del retrato de De Niro y Joe Pesci, que tan pronto se nos
hacen simpáticos como aborrecibles. No hay preocupación por describir
personajes, algunos por sus miradas lo dicen todo... (absolutamente genial la
escena de De Niro sentenciando a un pobre diablo con una mirada y unas
caladas...de fondo “Sunshine of Your Love”. Barroca, excesiva, minuciosa,
trepidante y genial. Ojalá Scorsese recupere proto su maestría en sus películas
y vuelva el gran cineasta. Estemos ante una de las cumbres del cine de corte
comercial hollywoodiense de todos los tiempos desde mi punto de vista.
El realizador despliega
todas sus virtudes narrativas. Una de ellas es el manejo de la cámara, que baila
al ritmo del filme y al ritmo de la impresionante banda sonora. Travellings,
primeros planos medidísimos, planos secuencias interrumpidos. La cámara sigue a
Ray Liotta y Lorraine Bracco, que entran en un restaurante por la puerta
trasera, caminan por los pasillos hasta la cocina, esquivan todos los obstáculos
que se suceden (el trasiego de los cocineros, las mesas, los camareros y sus
bandejas), entran en el salón del restaurante, se detienen a hablar con un
encargado; la cámara sigue a la mesa que lleva un camarero entre las demás
mesas, todas ocupadas; Ray y Lorraine van detrás de la cámara y reaparecen en el
plano para sentarse junto a la mesa que acaban de colocarle en un lugar
privilegiado. Un casting inmejorable. Los castings se premian, pero con premios
a otras categorías. Deberían premiar los castings de un modo más directo. Éste
se hubiera hecho o se hubiera debido hacer con todos los galardones en 1990.
Robert de Niro parece que lleve robando mercancías desde la infancia; Joe Pesci
no puede no ser un cabrón tan violento en su vida real; Ray Liotta interpreta el
papel de su carrera; Lorraine Bracco se debe poner excitada siempre que coge una
pistola más allá de la pantalla; Paul Sorvino deja boquiabierta a la audiencia
sólo con sus gestos; el resto de secundarios parecen sacados de la época y el
ambiente al que pertenecen los personajes que encarnan. Las manos de Ray Liotta.
Sería inconcebible que Scorsese no hubiera hecho hincapié en la interpretación
con las manos al dirigirse al reparto. Me lo imagino insistiendo durante todo el
rodaje en la importancia del movimiento de manos para expresar el ritmo de la
vida de estos mafiosos y acompañar y complementar al ritmo de la obra. Todos los
actores están fabulosos en sus movimientos de manos. Pero destaca sobre todos
ellos Ray Liotta. Emulando a De Niro metiendo dinero en los bolsillos de las
camisas de todos los trabajadores del restaurante; tocándose la cara para
expresar emociones; cogiendo un pitillo y llevándoselo a la boca; y, sobre todo,
amasando las albóndigas, llevándoselas de una a la otra mano con el pensamiento
clavado en el helicóptero que surca el cielo.
Trepidante thriller en el que no dejan
de suceder cosas, siguiendo la línea marcada años antes por El Padrino. En este
caso, otro italiano, Scorsese, nos traslada a la pantalla de forma magistral una
sensacional historia autobiográfica de Henry Hill, un hombre con sangre medio
irlandesa y medio italiana, cuyo mayor deseo es el de aspirar a ser un gangster
y así lograr poder, respeto y dinero. La película nos desgrana paso a paso su
camino y ascenso dentro de la mafia italiana durante varias décadas, con una
vida muy agitada llena de sangre, juego, dinero, sobornos, drogas...Es un film
muy dinámico, con situaciones no aptas para melancólicos o románticos, muy
fuertes, que describen con total claridad y sin reparos lo que significaba ser
un gangster, sus pro y sus contras. Se puede disfrutar de un Robert De Niro
extraordinario de nuevo con una de sus mejores parejas de baile, Joe Pesci, que
también está a un nivel altísimo en su papel de lunático y enfermizo asesino.
Scorsese se muestra sensacional, invitándonos a entrar en un mundo peligroso y
haciendo que no queramos salir de él, consigue la atención del espectador hasta
el límite de hacernos pasar dos horas y media gozando y sin ningún tipo de
cansancio, lo que demuestra un ritmo narrativo excepcional.
-"·Que yo recuerde,
desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster "-.
Así sin más, empieza esta trepidante película del cine negro y la mejor de la
magnífica filmografía de Scorsese, con unos títulos de crédito iniciales que nos
advierten del ritmo, y la intensidad de lo que el espectador está a punto de
presenciar. Scorsese convirtió la historia de Nicholas Pileggi, en una película
excepcional. Debido al éxito que supuso esta película, posteriormente decidió
llevar a la pantalla otra de las novelas de este escritor, "Casino", y aunque
mucha gente afirmó que las similitudes eran excesivas yo pienso que quien las ha
visto, puede darse cuenta de que se trata de dos historias totalmente distintas,
aunque llevadas a cabo por un mismo equipo. Es natural que existan algunos
pequeños detalles, huellas inevitables del director, porque ante todo Scorsese
es un gran autor, un excelente creador, con un estilo propio, y original, estilo
que plasma en cada una de sus obras. "Goodfellas" es una película que tiene como
narrador a la violencia en sí. No creo que sea una película violenta,
simplemente se sirve de ella para contar una historia, la de los chicos listos
de la ciudad, y no nos la muestra como algo sin relación o sin sentido: es una
violencia que tiene su propio protagonismo, que es necesaria puesto que sin ella
no podría encontrar el lazo que uniera las vidas de estos "buenos chicos". No se
trata de la violencia gratuita de muchas películas americanas. Ésta es el hilo
conductor de este vertiginoso relato, del ascenso y descenso a un mismo sitio: a
ese sitio al que nadie quiere pertenecer pero por el que todos sienten
curiosidad. Es una historia de la que el propio director conoce bastantes
detalles puesto que tuvo que pasar su enfermiza infancia en uno de los peores
barrios neoyorquinos y estaba acostumbrado al ambiente de las malas calles de la
ciudad.
Este lado prohibido, el que separa la rectitud de la delincuencia, es la
serpiente que habitualmente tienta a muchos de los personajes de sus películas.
Uno siente curiosidad por entrar en ese lado tenebroso que tan bien nos retrata
con unos movimientos de cámara y una técnica de montaje de una calidad
extraordinaria. Una vez dentro, intenta justificar o hacer comprender el por qué
de actuar así, el por qué de esa violencia necesaria, y es que eso te convierte
en uno de ellos, o ¿acaso la gente quiere pasar desapercibida?, la gente no
quiere ser un "don nadie", quiere respeto, lealtad, protección, y en realidad es
eso lo que buscan estos personajes, separarse de la escoria que se mata
trabajando honestamente por un ridículo sueldo, de esas caras sin nombre que
vagan por las calles de Nueva York. Ellos necesitan sentirse distintos, tener
más dinero, poder, influencia, sentirse respetados... y eso lo consiguen
uniéndose a "ellos". Se creen intocables, pero en realidad actúan de modo
cobarde en muchas ocasiones, puesto que aunque se repitan a sí mismos los
códigos de fidelidad por los que están unidos unos a otros, simplemente saben
ganarse ese respeto actuando por encima de los demás, y se sienten muy valientes
con un arma en la mano, cuando en realidad muchas veces no quieren pararse a
pensar en que han acabado así, por esa obsesiva idea de ser distintos, y lo que
ocurre, es que no tienen las suficientes aptitudes como para sobrevivir en el
mundo real, que también es cruel, no sólo lo son ellos, y en ese mundo, no saben
defenderse, por eso necesitan asegurarse de que están perpetuamente protegidos
por "la família". Se han vendido por conseguir ese toque de distinción,
por ganar esas miradas asustadas de la gente que no osa discutir con ellos el
más mínimo problema, por subir esas escaleras desde las que contemplan a los
diminutos y descerebrados seres humanos que intentan mantener una convivencia
pacífica en una ciudad donde todo el mundo parece estar loco. En "El Padrino",
se omitió la palabra mafia en el guión de la película, cosa insólita cuando
todos sabíamos perfectamente que la família Corleone no se dedicaba a la venta
de cosméticos. Todo ello para evitar polémica ... Pero aquí la palabra se nombra
a los cuatro vientos cuando Robert De Niro entra en escena, aparentando tener
unos veinticuatro años, pero la película fuera un desfile de figurines, es más
"Uno de los nuestros" no tiene ningún fallo, así que si intentas buscar en estas
líneas alguno, me parece que tendrás que dejar de leer esto. Hollywood por aquel
entonces aclamaba la maravillosa interpretación de De Niro en la película
"Despertares", y parece ser que no veían mérito alguno en este increíble trabajo
como gángster. Pero ya sabemos que allí, es necesario, representar de vez en
cuando algún papel tipo "Rainman", para que te hagan caso. Él no es el
protagonista de esta historia, que ya es raro debido a la increíble amistad
entre Martin y Robert. De Niro, por aquel entonces era conocido como "Bob el de
el nó", debido a que solía negarse a interpretar muchos de los guiones que
llegaban a sus manos. Pero yo me pregunto, si es tan exigente, y busca
minuciosamente un guión de calidad ¿cómo pudo realizar aquella película que
todavía intento olvidar llamada "Nunca fuímos ángeles"?. Bueno, hasta el más
perfecto comete errores alguna vez... igual le debía dinero al director, aunque
él dice que lo hizo por amistad a Sean Penn. A lo mejor lo entendí mal y dijo
por un chantaje que le hizo Sean Penn, porque conociendo la fama y reputación de
este buen muchacho tampoco me extrañaría nada. La amistad entre De Niro y
Scorsese se inició hace muchos años, cuando ambos eran prácticamente
desconocidos y decidieron probar suerte con "Malas calles". Parecía que Harvey
Keitel iba a ser la mano derecha de Scorsese, debido a que en aquella película
representaba un papel en el que se plasmaban algunos datos de la personalidad
del director. Al final, acabó siendo la mano izquierda, puesto que la mayoría de
los papeles protagonistas quedaron reservados automáticamente para De Niro.
A lo largo de su
filmografía podemos observar el progreso de su carrera, la perfección que ha ido
adquiriendo con el dominio de las cámaras, del montaje... Es un perfeccionista
hasta los límites, cosa que irritaba a algunos de sus compañeros. Si una sola
palabra de lo escrito en el guión no salía como él quería estaba dispuesto a
decirle a la productora que abandonaba el proyecto, cosa que casi hace con "Toro
Salvaje". Quizá lo que más sorprende es precisamente esto, que no haya contado
más que con su propia ayuda y haya sabido crear este pequeño universo de
personajes tan extraños, que han marcado tanto desde los años 70 y aún hoy, y
que todo esto lo haya conseguido simplemente viendo cine, cosa que puede alentar
a cualquier persona que sueñe con ser un buen realizador algún día.
En "Uno de los nuestros", Ray Liotta, narra la historia de la
vida de Henry Hill. Él tenía claro desde pequeño que quería ser uno de ellos, de
hecho renuncia a todo lo que tenía, para pertenecer a esa mafia.
Joe Pesci, es el loco del film y por su interpretación le concedieron el oscar
como actor secundario. Es el más irascible, violento, y estúpido de todos. Está
tan convencido de que a pesar de su pequeña estatura es uno de los hombres más
grandes de la ciudad que se olvida de que en su juego hay unas reglas que jamás
deben incumplirse. Eran tan sencillas que como
no tiene el cerebro en condiciones normales, no es capaz de recordar que
nunca se debe matar a nadie de "la família", pero eso a él le da lo mismo. Si
alguien le insulta, cree que tiene derecho a matarle salvajemente, incluso
aunque haya muerto da lo mismo, hay que seguir golpeándolo no vaya a ser que
pueda sentir algo... Todos le tienen miedo...
Nadie sabe de lo que es capaz de hacer, ni hasta dónde va a llegar. Es capaz de
matar a un muchacho porque no le ha traído su bebida cuando se la ha pedido, o
de asesinar a golpes a un antiguo compañero que le recuerda los viejos tiempos.
Tiene que hacerlo porque necesita llamar la atención de algún modo.
Jimmy es el ejemplo que todos siguen, ese padre que quieren tener, el
modelo a alcanzar, con un historial inigualable, de asesinatos y robos, que
le hacen ser igual o más temido que Pesci. Él disfruta robando, la
cantidad que sea, pero necesita robar, aunque a veces no escogerá el equipo
adecuado y es posible que le traigan algún que otro problema. Pero ¿qué más da?
Él estará tranquilamente en la barra de un bar, cuando nadie percibirá en su
mirada penetrante que no sólo está tomando una copa: él está contando cabezas,
sus cabezas, a las que iremos descubriendo mientras Eric Clapton toca los
últimos acordes de "Layla".
Paul Sorvino, está espléndido en un papel sencillo, pero realmente convincente.
Él es el punto de unión de toda esta fauna. No es un hombre de palabras, ni
siquiera de acción, pero es él quien mueve los hilos a través de este selecto
clan de marionetas que tiene rendidos a sus pies hasta que la muerte los separe
o hasta que se maten unos a otros.
Lorraine Bracco, es la esposa de Henry, y realiza una interpretación suprema
como Karen, la esposa que decide probar suerte en este mundo, que la va a
separar de la pobreza con la que ha vivido todos estos años. Se casará
enamorada, pero ese amor, se irá desvaneciendo al mismo ritmo que el resto de
los personajes se van hundiendo.
Henry la engañará con varias mujeres, pero él puede hacer eso, ella tiene que
entenderlo, estaba permitido, pero no el divorcio.
No son animales. Ante todo hay que guardar las apariencias. Podrían haberla
matado, sí, hubiera sido lo correcto para que no contara a un juez lo que en
realidad estaba pasando, pero no divorciarse. Eso no es ético.
Karen no es tonta, y sabe que no puede dejar que esas otras mujeres le quiten a
Henry, esa fuente de ingresos que la ha situado en una posición social más que
elevada. Además si algún día ocurre algo, ella no sabe nada... sólo era una
estúpida que creía que su marido trabajaba en una empresa de construcción. O
¿acaso iba a dejar perder todo ese poder por una prostituta que se acostaba con
su marido?.
La cárcel, el miedo, la traición... y sobre todo el pilar fundamental de muchas
de las obras del director: la redención del personaje protagonista. Ese
arrepentimiento típico del cobarde que cuando se ve apurado ya no se acuerda de
aquella fidelidad que juró hace décadas, que es capaz de borrar ese mal sueño
por volver al anonimato por miedo a algo con lo que siempre ha estado jugando:
la muerte.
A ritmo de canciones de los años 60 y 70, "Uno de los nuestros" es la historia
de unos chicos que jugaron a ser héroes, a defender a aquellas personas que no
podían contar con los servicios de la policía, aquellos chicos, que a los trece
años ganaban más dinero del que podían llegar a gastar.
Es la historia al mismo tiempo de un sueño, un relato violento, con unos personajes fuertes y a
la vez débiles, grandes y pequeños, que juegan con una ruleta de tentaciones
peligrosas, una fama: -"para mí ser gángster, era muchísimo mejor que ser
Presidente de los Estados Unidos "-, que puede que les destruya para siempre, y
que les devuelva al lugar de donde quisieron salir: al lugar donde nos
encontramos las personas normales, al anonimato, a la monotonía y al
aburrimiento, ese lugar donde nos encontramos y del que muchas
veces queremos salir, sólo que no sabemos cómo. Ellos nos muestran la vía que
escogieron, y así acabaron, pero el reto en el que nos encontramos nosotros, es saber encontrar la salida adecuada, y no siempre es
una tarea fácil, por eso a veces es mejor seguir soñando...
El relato
focaliza la atención en la vida de la mafia, que somete a análisis como grupo
organizado y jerarquizado. Lo presenta ligado a códigos de conducta anacrónicos
y estrictos, con ambiciones económicas y de grupo y con problemas de cohesión
desde que los lazos familiares se ven sustituidos cada vez más por relaciones de
utilidad e interés. Es un retrato de delincuentes a partir del estudio de la
vida diaria de los mismos. Presta atención a las relaciones interpersonales
entre los miembros del grupo, los de éste y los de grupos afines o paralelos y
otros. También explica los temores y angustia que acompañan a los criminales,
siempre sujetos a riesgos altos de condenas de prisión, venganzas sangrientas de
los grupos afines y represalias.…La cinta avanza a un ritmo rápido e intenso,
vigoroso y lleno de energía. Expone sin aspavientos hechos terribles, que dibuja
con contención realista e impresionante precisión. Retrata los ambientes que
envuelven a los gángster con una fuerza y dureza pocas veces conseguidas.
Desgrana procesos de degradación y de autodestrucción en términos que penetran
en el ánimo del espectador y hielan el alma. El relato se desarrolla evitando
las connotaciones míticas y épicas, al objeto de componer una descripción
convincente y sincera, exenta de adornos ociosos o distorsionantes. Las acciones
execrables, en más de una ocasión las desmitifica y relativiza mediante el uso
de esteticismos que amplían los relieves del relato y evitan idealizaciones de
las que Scorsese no es partidario. Critica y condena la vida mafiosa sin rodeos
y sin disimulos.
“UNO DE LOS NUESTROS” es una de las recreaciones más sinceras y efectivas que se
hayan hecho sobre un sistema de vida que golpea duramente a los EEUU y a muchos
otros países, desde hace largos años.
“UNO DE LOS NUESTROS” es una película terriblemente dura, pero vale la pena que
sea vista por todos, en especial, por
aquellos que han considerado la posibilidad de caminar por esa clase de
jardines. Scorsese se cuida muy bien de poner en la balanza las rosas y las
espinas. "UNO DE LOS NUESTROS", es para mí, la mejor película de Martin Scorsese,
dejó el listón tan arriba, que
después de verla, pocas de sus obras han logrado estar a su nivel.
Resumiendo: Scorsese tiene obras maestras...y esta es una de
ellas. Justo por eso, por esa capacidad, debe exigírsele siempre el máximo. En
Uno de los nuestros hay escenas que figuran en la historia del cine. Rodadas con intensidad, son la
cima de la tensión que marca toda la película. Uno de los nuestros es una de
las mejores películas de la historia del cine....
SIEMPRE RESPETANDO LA
EXCELENTE TRILOGÍA DE EL PADRINO